19 nov 2010

Camino al Sitio de Asgard. Parte 3: Guerra Civil

Civil War fue una mini serie de siete episodios, escritos por Mark Millar y dibujos de Steve McNiven. Publicada entre julio de 2006 y enero de 2007, tuvo un fuerte impacto en el universo Marvel, y sus efectos se sienten aún hoy en día.

El mundo está cambiando. Thor, la ciudad de Asgard y sus dioses, han desaparecido. Aparentemente el Ragnarok es un ciclo que se repite (lo que explica múltiples orígenes e incongruencias en la historia del Dios del Trueno). Su martillo, Mjolnir, regresa a la Tierra, y en su viaje, accidentalmente, libera al Dr. Doom de su prisión infernal.

La ausencia de Thor se suma a un creciente descontento de las personas hacia los superhumanos, a quienes ven responsables de hechos recientes, como el ataque de Latveria a New York. Para colmo, los grupos radicales que luchaban por segregar a los mutantes se están quedando sin su objeto de odio, ya que los homo superiors redujeron su número un 99%, y están casi con prisión domiciliaria en el Instituto Xavier.

La gota que derrama el vaso se da cuando los New Warriors, mientras grababan un capítulo de su reality show, se enfrentan a un grupo de villanos de segunda. Para detener a los héroes, Nitro explota, matando a casi todo el grupo y destruyendo varias manzanas de la ciudad de Stamford, Connecticut. Con las víctimas ascendiendo a 600 personas (incluyendo 60 niños de una escuela), la presión sobre los héroes aumenta, y el gobierno responde haciendo una ley contra las "Armas vivientes de destrucción masiva", que no es otra cosa que una variación del Acta de registro mutante: El Acta de registro superhumano. Este decreto obligaba a los héroes a registrarse ante entidades gubernamentales, confiarle sus identidades secretas, y transformarse en empleados públicos, con sus beneficios y sus obligaciones. La comunidad superhumana queda dividida entre quienes apoyaban la ley, y los que querían defender su libertad.

Otro hecho que fomentó el descontento de la gente fue un ataque de furia de Hulk en Las Vegas, que dejó 26 víctimas fatales (entre ellos dos niños), por lo que, sin que el público lo sepa, el gigante esmeralda es enviado al espacio en un cohete (historia contada en Planet Hulk, la que detallaremos algún día). Estos eventos generan una reacción en cadena que culmina con la aceptación popular de la ley (más del 50% de apoyo). Aunque se trataba de una agencia internacional, S.H.I.E.L.D., bajo el mando de María Hill, colabora con el gobierno en aplicar el acta.

El Capitán América estaba entre los que se oponían. Si los políticos podían controlar a los héroes, podían decidir quiénes eran los villanos. Por eso escapa del control de S.H.I.E.L.D. y forma una resistencia, la que se conoció como Secret Avengers. Más tarde se les unirían los Young Avengers, y el dúo Cloak y Dagger.

Por otro lado, Iron Man sentía que estaba ante un cambio imposible de detener. Por eso, era mejor seguir el juego. Además no le parecía algo irracional que los héroes tuviesen un entrenamiento adecuado y que se los vigilase. Así es que forma su propio grupo pro-registro, que incluye principalmente a héroes sin identidad secreta. Reed Richards, líder de los Cuatro Fantásticos y una de las personas más inteligente del planeta, junto al talentoso científico Hank Pym (Yellowjacket) se unen a Tony Stark para desarrollar una serie de ideas que apoyase la aplicación del acta. Una (la que nombraron como número 42) fue crear una mega prisión para detener a los superhumanos que violasen la ley.

Como una forma de ganar el apoyo del público hacia los héroes registrados, Iron Man confirma ante el público que él es Tony Stark. Pero la sorpresa se da cuando convence a Spider-Man que haga lo mismo, en una conferencia de prensa televisada. Así es que Peter Parker, para sorpresa de todos (incluso su odiado jefe J.J. Jameson) revela que es el trepa-muros desde los 15 años. Para proteger mejor su vida civil, a su esposa y su tía, Iron Man le crea una armadura (apodada Iron Spider), de colores rojo y dorado.

Los X-Men y la comunidad mutante se declara oficialmente neutral, ya que su número estaba considerablemente reducido. De todas formas, al ser sólo 198, el gobierno se encarga de registrarlos a todos, sin su consentimiento. Pero la división de posturas entre sus filas se hace sentir, y cuando se enteran de que los chips que tenían para monitorearlos además les daban descargas eléctricas (en el caso de que se sublevasen), los mutantes se enfurecen, se deshacen de los controles, y abandonan la mansión Xavier.

Este mundo convulsionado se vuelve un blanco más fácil para el ataque de supervillanos. Esto fomenta la reformulación de los Thunderbolts, que se convierten en un grupo de operaciones secretas, cuyo fin es enfrentarse, atrapar y, de ser posible, reformar supervillanos. Uno de sus miembros, el ex-Green Goblin (Norman Osborn) encuentra la forma de anular las nanitas (robots de escala miscroscópica) en su torrente sanguíneo, que es lo que el gobierno usaba para monitorear y detener a los Thunderbolts.

Cansado de esta ley, Ben Grimm (The Thing), de los Cuatro Fantásticos, decide exiliarse a Francia, ya que su sentimiento patriótico le impedía oponerse abiertamente al gobierno.

Los Secret Avengers conseguían escapar constantemente de la persecusión de S.H.I.E.L.D. gracias a que se movían entre guaridas cuya existencia sólo conocía Nick Fury. Ellos se encargan de atrapar supervillanos y dejárselos anónimanente a las autoridades, así como detener los convoys que llevaban superhumanos sin registrar a prisión. Para finalmente detener a este grupo de héroes renegados, llega el resultado del Proyecto Trueno: un clon de Thor, creado a partir de cabellos del Dios asgardiano, con poderes artificialmente duplicados de los análisis del Mjolnir. El clon sorprende a todos y, en su ataque, mata a Black Goliath (Bill Foster).

Este es el punto de inflexión, donde realmente se desata la Guerra Civil. Quienes tenían dudas terminan de definirse. Sue Storm (Invisible Woman) y Johnny Storm (Human Torch) deciden abandonar a Reed y sumarse a las filas anti-registro. Spider-Man se entera de que su armadura arácnida tiene controles para que Stark lo monitoree y, de ser necesario, lo domine. Peter, además, se entera de que la prisión (establecida en la brutal Zona Negativa) detiene a superhumanos sin juicio ni apoyo psicológico. Es ahí que decide abandonar a Stark y escapar. Un grupo de ex-villanos es enviado para detenerlo y casi lo mata, pero es salvado en el último momento por Punisher. El mercenario no tenía ningún interés en la pelea superhumana, hasta que el gobierno empezó a recurrir a villanos para sus fines. Es por eso que se involucra y lleva a Spider-Man hasta los Avengers Secretos.

Llega el momento en que los héroes anti-registro llegan a la penitenciaría de la Isla Ryker, donde se encuentra el portal a la prisión de la Zona Negativa. Ayudados por Hank Pym, los prisioneros del complejo 42 son liberados, y los héroes pro-registro llegan para detenerlos. Comienza la pelea final.

Cloak se encarga de trasladar a todos al centro de New York. A los Secret Avengers se les suma el príncipe Namor y su ejército de atlaneanos. Del otro bando llega el clon de Thor y el clásico Avenger, héroe de la raza Kree, el Capitán Marvel (aparentemente un viajero en el tiempo, años antes de morir de cáncer). Mientras la lucha avanza, la ciudad se cae a pedazos, y The Thing regresa, dedicado a proteger a las personas de los daños colaterales. Hércules destruye al clon de Thor, y Mr. Fantastic es herido mientras intenta salvar a su esposa de Taskmaster.

Pareciera que el grupo anti-registro está a punto de ganar. Justo cuando el Capitán América va a darle el golpe final a Iron Man, un grupo de policías, paramédicos y bomberos lo detiene. Steve Rogers se da cuenta del daño que la pelea está causando al público en general, aquellos a quienes debían estar protegiendo. Para evitar más derramamiento de sangre, el Capitán América ordena la rendición. El gobierno lo detiene y lo envía a prisión.

Los Secret Avengers consiguen una amnistía, y sólo Steve Rogers va a ser juzgado. Se pone en marcha la Iniciativa de los 50 Estados, un plan para colocar héroes esponsoreados por el gobierno en cada una de las regiones de Norteamérica. Los Avengers "oficiales" se reformulan, y Tony Stark es nombrado director de S.H.I.E.L.D., con María Hill como segunda al mando. Muchos héroes abandonan el país, mientras que otros operan en las sombras, como es el caso de los New Avengers.

Los cambios en el status quo siguen después de la Guerra Civil. En las escalinatas de la corte que iba a enjuiciar a Steve Rogers, un disparo de un francotirador le da en el hombro. Mientras caía, su novia, Sharon Carter (agente de S.H.I.E.L.D.), le dispara tres tiros en el estómago. El Capitán América cae y muere. Carter olvida estos hechos, ya que estaba siendo mentalmente manipulada. Todo resulta ser un plan del Red Skull, y más tarde veremos cómo sigue esta historia...

Por su parte, los Thunderbolts resultan ser un éxito, y se transforman en una agencia federal, con Norman Osborn como director. En otro lugar, el médico Donald Blake levanta el Mjolnir, y al ser considerado digno, el verdadero Thor renace. Y finalmente llega una de las historias más polémicas, en las que, para salvar a su tía May (herida por culpa de su nueva identidad pública), Peter Parker hace un trato con el demonio Mephisto. El resultado es que nadie recuerda que él es Spider-Man. El precio, a cambio, es su matrimonio: la historia cambia, y él y Mary Jane jamás estuvieron casados.

Con un mundo convulsionado, y varios agentes infiltrados a la espera de instrucciones, los héroes no estarían preparados para lo que se viene: la Invasión Secreta del imperio Skrull...

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